En la carrera por seguir el ritmo de las cambiantes demandas digitales, muchos proveedores de servicios de comunicaciones (CSP), empresas de servicios públicos y otros operadores de redes se encuentran en la tesitura de mantener equipos antiguos que no pueden satisfacer las necesidades actuales de la red. Estos equipos obsoletos no sólo funcionan muy por debajo de la capacidad de tráfico necesaria, sino que también son más caros de utilizar y mantener y tienden a aumentar el riesgo de interrupciones del servicio, sobre todo cuando ya no reciben asistencia del fabricante original. Es necesaria una transformaciónsostenible de la red.

La actualización y modernización de las infraestructuras heredadas ayuda a los operadores de redes a recuperar las ventajas competitivas perdidas y a acelerar la evolución hacia nuevas arquitecturas de red. Igualmente importante es la capacidad de migrar a una red más sostenible, que no solo ayuda a reducir los costes operativos, sino que también permite a los operadores mejorar su modelo de negocio gracias a un menor consumo de energía, la preparación ante catástrofes, la reducción de residuos y emisiones de CO2 y los logros corporativos en materia medioambiental, social y de gobernanza (ESG).

Para muchas empresas, gobiernos y comunidades, la sostenibilidad se ha convertido en un objetivo urgente. De hecho, muchos gobiernos estatales y locales han promulgado diversas leyes destinadas a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero fomentando las energías limpias y el uso eficiente de la energía. Por ejemplo, Boston, California, Nueva York, San Luis y Washington han establecido leyes de construcción para reducir la huella de carbono, con plazos de cumplimiento que en algunos casos empiezan este mismo año.

Visión sostenible de la red

La creciente presión para tomar decisiones más sostenibles afecta a los gestores de redes en todos los aspectos de su actividad. La modernización de las redes puede ser una poderosa herramienta para descarbonizar la economía mundial, reduciendo significativamente la huella de carbono de la red y centrándose al mismo tiempo en el crecimiento del negocio para crear un modelo sostenible para el futuro.

A medida que aumenta la demanda de datos de red, sigue creciendo el consumo total de electricidad. La relativa ineficacia de la infraestructura heredada contribuye aún más al aumento del consumo de energía, lo que dificulta cada vez más a los operadores el cumplimiento de los objetivos de sostenibilidad y los requisitos de conformidad en materia de emisiones. La sustitución de equipos de red antiguos, obsoletos e infrautilizados por componentes más pequeños y eficientes energéticamente reduce significativamente el consumo de energía y la producción excesiva de calor.

Además, esta transformación libera una valiosa superficie, lo que reduce los costes inmobiliarios y la cantidad de metros cuadrados que hay que refrigerar para reducir el coste total de propiedad (TCO). El impacto ambiental de estos esfuerzos de modernización puede medirse de varias maneras, como el consumo de energía por cliente, el porcentaje de equipos de red renovados, las cuotas de energía renovable y la intensidad global de carbono de la red.

Dependiendo de las necesidades únicas de cada operador de red, un proyecto de modernización de la red puede ir desde la transformación del sistema de gestión de elementos, pasando por la renovación de los equipos in situ, hasta la salida completa del emplazamiento. En cualquier caso, una consideración crucial es cómo llevar a cabo una transformación sostenible de la red manteniendo al mismo tiempo la calidad del servicio (QoS) para ofrecer una experiencia ininterrumpida al cliente.

Hoja de ruta para la transformación sostenible de la red

Migrar de los equipos heredados a la arquitectura de nueva generación permite a los CSP y a los operadores de red evolucionar hacia una red escalable, flexible y de alto rendimiento de forma sostenible. Sin embargo, esta ingente empresa puede ser una perspectiva desalentadora debido a la complejidad y los riesgos potenciales que entraña asegurar el tráfico de red existente durante el cambio de infraestructura. Antes de embarcarse en un viaje de transformación de la red, es esencial trazar un curso estratégico para lograr la modernización a su propio ritmo.

De hecho, la ejecución de estos complejos y a menudo difíciles proyectos de modernización de redes requiere amplios conocimientos técnicos, comerciales y de planificación, acaparando el personal cualificado que se necesita en otros lugares para un crecimiento crítico centrado en el cliente. Por tanto, para minimizar los riesgos y optimizar la precisión es esencial contar con socios experimentados, una planificación eficaz y las herramientas adecuadas.

Por ejemplo, los servicios de modernización de redes de Fujitsu ofrecen asistencia práctica altamente cualificada y una gama de herramientas y tecnología de automatización en una solución llave en mano que puede adaptarse a la situación individual de cada operador. Estas soluciones de modernización de redes independientes del proveedor se basan en un conjunto básico de servicios que los operadores pueden seleccionar, personalizar e implantar según sus necesidades:

• Analisar– El análisis de ingeniería y redes permite la evaluación estratégica
• Aposentar – El apagado rápido de los equipos que no pueden soportar el tráfico ayuda a recuperar activos
• Prepare – La compactación del tráfico en directo al mínimo hardware necesario devuelve piezas de recambio
• Sustituir – Los sistemas descatalogados se sustituyen por una arquitectura moderna y sostenible
• Migrar – La migración del tráfico de extremo a extremo permite migrar en un solo paso a una nueva red, reduciendo los riesgos.

Con acceso a servicios de red gestionados especializados, los operadores de redes pueden alcanzar sus objetivos específicos de modernización dentro de sus plazos. Esto puede incluir el desalojo de emplazamientos para reducir los costes de arrendamiento, el desmantelamiento de equipos antiguos para cumplir los requisitos de seguridad nacional de la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC) o la migración del tráfico activo de una red TDM (multiplexación por división de tiempo) heredada a una arquitectura de conmutación de paquetes mediante el enfoque de migración por emulación de circuitos (CEM).

Aumentar la resistencia de cara al futuro

Transformar la sostenibilidad es el reto más importante a largo plazo al que se enfrenta la industria de las redes. Un modelo económico sostenible no sólo ayuda a restaurar el medio ambiente, sino que también construye economías que pueden lograr un crecimiento dentro de los límites del planeta. En Fujitsu, estamos trabajando con clientes y socios del sector para explorar cómo la sostenibilidad puede integrarse plenamente en el negocio, impulsando la evolución de la tecnología de forma que ayude a las organizaciones a transformarse para crear una sociedad más resistente.

Con las herramientas adecuadas, un enfoque estratégico y un socio con experiencia en diversas configuraciones y tecnologías, los operadores de redes y los CSP pueden implantar redes sostenibles no solo para cumplir las iniciativas ESG, sino también para recuperar espacio físico, reducir el consumo de energía, mejorar la eficiencia operativa e invertir en una infraestructura de nueva generación que sea más escalable, resistente y rentable.

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